Constantino Cavafis
ÍTACA
TRADUCCIÓN: Pedro Ignacio Vicuña
Cuando
tomes el camino a Ítaca,
desea
que el trayecto sea largo,
lleno
de enseñanzas y aventuras.
A
los Cíclopes, los Lestrigones,
al
airado Poseidón no vayas a temer,
tales
criaturas no hallarás en el camino
si
tienes el juicio en alto, si una emoción
sublime
el espíritu y el cuerpo te acaricia.
Νi
cíclopes ni lestrigones
ni
al airado Poseidón encontrarás
si
en tu alma no los llevas
si
tu alma no los pone frente a ti.
Desea
que el camino sea largo.
Υ
muchas las mañanas de verano
en
que alegre y complacido
llegues
a puertos vistos por primera vez
en
los mercados fenicios detente
y
obtén de sus preciosas mercancías
ámbares
y ébanos, marfiles y corales,
y
toda suerte de sensuales perfumes
cuánto
más puedas abundantes perfumes sensuales;
a
muchas ciudades de Egipto acude
y
aprende y aprende de los ilustrados.
Ten
siempre a Ítaca en tu mente
tu
destino es ese, llegar allí.
No
apresures, sin embargo, el viaje,
es
mejor que dure muchos años;
y
que viejo ya recales en la isla
con
los tesoros que ganaste en el camino,
sin
esperar que Ítaca te dé riquezas.
Ítaca
te ha dado el bello viaje,
Sin
ella nunca hubieras hecho el camino.
Pero
nada más ya tiene para darte.
Y
si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Sabio
como ahora eres, con experiencia
habrás
entendido, ya, las Ítacas qué significan.
LA CIUDAD
Traducción:
Pedro Ignacio Vicuña
Dijiste, “Iré a otras tierras,
iré a otro mar.
Otra ciudad voy a encontrar
mejor que esta.
Cada esfuerzo hecho aquí es
una fatal condena;
y mi corazón –como un muerto– está
enterrado.
Hasta cuándo mi razón vivirá
en este marasmo.
Donde sea que vuelva los ojos,
donde quiera que vea
despojos negros de mi vida
encuentro aquí,
donde tantos años pasé y
destruí y desperdicié”.
No encontrarás nuevos lugares,
otros mares no hallarás.
La ciudad te va a seguir. En
las mismas calles
vagarás. En los mismos
barrios vas a envejecer;
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre a esta ciudad vas a
llegar. Hacia otra parte –no esperes–
no hay barco para ti no hay
calle.
Así como tu vida destruiste
aquí
en este mínimo rincón, en la
tierra entera la has desperdiciado.
EL DIOS ABANDONA A ANTONIO
Traducción: Pedro Ignacio Vicuña
Si de
pronto a medianoche escuchas
la comparsa
invisible pasar
con músicas
soberbias, con voces –
tu suerte
que ya cede, tus obras
fracasadas,
los planes de tu vida que
salieron
todo engaño, no lamentes en vano.
Como preparado de hace tiempo, como un valiente
despídete
de Alejandría que se va.
Sobre todo
no te engañes, no digas que fue
un sueño,
que una ilusión ha sido de tu oído.
No abrigues
esas vanas esperanzas.
Como preparado de hace tiempo, como un valiente
cual te
corresponde el honor de tener esa ciudad,
acércate a pie firme a
la ventana
y escucha
emocionado, pero sin
los ruegos
ni las quejas propias de cobardes,
como último
placer los sones,
los
soberbios instrumentos de la invisible comparsa
y despídete
de la Alejandría que pierdes.
ESPERANDO A LOS BÁRBAROS
Traducción:
Pedro Ignacio Vicuña
- ¿Qué esperamos reunidos aquí en esta plaza?
A los bárbaros que van a llegar hoy.
- ¿Por qué esa abulia instalada en el Senado?
¿Por qué están los Senadores ahí sin legislar?
Porque los bárbaros van a llegar hoy
¿Qué leyes van a hacer los Senadores ya?
Cuando lleguen los bárbaros van a legislar.
- ¿Por qué el emperador se ha levantado tan temprano
Y en la puerta principal de la ciudad está sentado,
solemne sobre el trono, llevando la corona?
Porque los bárbaros van a llegar hoy
Y el emperador aguarda recibir
A su jefe. Incluso más, dispuso
un pergamino para darle. En él
le otorga muchos títulos y nombres.
- ¿Por qué los dos cónsules y los pretores han salido
El día de hoy con esas togas rojas y bordadas;
Por qué esas pulseras con tantas amatistas,
Anillos luminosos, brillantes esmeraldas;
Por qué hoy día van con los valiosos bastones
De oro y plata labrados con arte excepcional?
Porque los bárbaros van a llegar hoy;
Y esas cosas deslumbran a los bárbaros.
- ¿Por qué
los dignos oradores no vienen como siempre
A decirnos sus discursos, a hablar de sus asuntos?
Porque los bárbaros van a llegar hoy
Y se aburren con discursos y elocuencias.
- ¿Por qué ha comenzado de repente esta inquietud
Y confusión. (Las caras se volvieron taciturnas).
Por qué así presto las calles y las plazas se han vaciado
Y todos regresan a sus casas preocupados?
Porque anocheció y no llegaron bárbaros.
y vinieron desde la frontera algunos
diciendo que los bárbaros no existen ya.
Y ahora qué será de nosotros sin los bárbaros.
Esas gentes hubieran sido una cierta solución.